“A lo mejor es una canción que se te ha metido en la cabeza”
El primer médico que vi me había dicho, hacía un par de días, que no era nada. A lo mejor era una canción que se me había quedado metida en la cabeza, nada por lo que preocuparse, dijo, se irá al cabo de un día.
¿Una canción?, pensé. Aquello no tenía para nada pinta de ser una canción que se me había metido en la cabeza…
Pero a los dos días los pitidos y el zumbido en los oídos eran igual de insoportables, así que fui a ver a otro médico especialista al servicio de otirronología del hospital. Esta vez, el médico fue bastante más directo:
– Tienes tinnitus –dijo el doctor, muy secamente.
– ¿Tinnitus…? –no había escuchado esa palabra en mi vida.
– Un trauma auditivo en tus oídos –explicó.
– Mmm… vale, muy bien ¿pero, cómo hago para que se vaya el zumbido?
– Eso no se va –fueron sus palabras, y continuó con sus tareas, como el que acaba de decir “Su cambio, gracias”.
– ¿Qué? ¡No! ¡En serio, tiene que haber algo que pueda hacer, no puedo vivir así, no puedo soportarlo un minuto más, imagina una vida entera!
– Bueno, eso se irá en cuanto te acostumbres al pitido, y eso pueden ser 10 semanas, 10 años o toda tu vida.
Y así te dejan cuando te lo dicen, sin más explicación, sin paños calientes, sin tacto. Sin darte información sobre qué es lo que te pasa y por qué, sin darte unas pautas para sobrellevarlo, sin sugerir ningún tipo de terapia o acción a seguir.
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¿Voy a tener que vivir así el resto de mi vida?
Y justo ahí, rompes a llorar como si el mundo se te viniera encima, que se te viene. ¿10 años?, ¿el resto de mi vida? Esas palabras quedarían marcadas en mi cabeza para siempre.
Lo que es la vida. Hay días que pasarán por ti sin pena ni gloria y que nunca recordarás que existieron, y otros de los que jamás olvidarás ni un minuto, como si acabasen de ocurrir ayer.
¿Solo hacía dos días que estaba tan bien y ahora estos horribles zumbidos estarían conmigo para siempre? Lo siento, no puedo aceptarlo.
Y perdí la cabeza. Un miedo oscuro se apoderó de mí, el miedo de pensar que no podría lidiar con ello. Y estuve llorando durante días.
Solo tenía un pensamiento que me atormentaba y que consumía toda mi energía: Ojalá pudiera volver atrás en el tiempo y no haber ido a ese bar.
Poco podía imaginar yo entonces, pero todo iba a ir a peor…
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Tengo 55 años, vivo en Madrid.
Me pusieron hace dos meses 4 implantes de titanio en el lado derecho de la boca, dos arriba y dos abajo.
Al cabo de dos semanas empecé a tener algiacusia y al cabo de 4 semanas un pitido cada vez más alto y muy agudo en el oído izquierdo, aunque también lo tenía con menor intensidad en el oído derecho. Con los días el pitido se hizo más fuerte y ya resultaba insoportable.
No podía dormir, no podía concentrarme.
Me hicieron una resonancia magnética de los oídos y el otorrino no observó nada anormal. Me dijo que era tinnitus y que tenía que aprender a convivir con él.
Encontré la conexión entre el tinnitus y los implantes en Internet (artículo “Do you have a battery in your mouth?” y otros. Empecé a investigar y recordé que en el lado derecho de mi boca tenía dos coronas de aleación níquel-cromo o níquel-cadmio, una arriba y otra abajo.
Efectivamente, se estaban produciendo corrientes galvánicas en mi boca como resultado de la diferencia de potencial entre el titanio (metal muy noble que hacía de cátodo) y las coronas (que hacen de ánodo).
Encontré también en Internet que además el tinnitus es más acusado en el lado del ánodo, lo cual era otro indicador de que mi tinnitus podía ser producido por las corrientes galvánicas.
Acudí al dentista que me puso los implantes (habían pasado ya 7 semanas) y le expliqué lo que creía que estaba pasando. Al estar los implantes incrustados en el hueso, sin parte metálica que sobresaliera por encima de las encías, deduje que la corriente eléctrica viajaba desde las coronas hasta los implantes (los electrones van del ánodo al cátodo), no por la saliva sino por el interior de la mandíbula y parte anterior del cráneo.
La corriente eléctrica busca el camino que ofrece menor resistencia y supuse que sería no a través del hueso o tejidos sino a través del nervio, en este caso el trigémino, pues los nervios están hechos para conducir impulsos eléctricos y por ello su conductividad eléctrica supongo que será mayor.
El problema es que la corriente galvánica que estaba recorriendo mi nervio trigémino (que conecta varios nervios craneales, incluído uno auditivo) es de una intensidad varias decenas o centenas de veces superior a los impulsos nerviosos, lo que seguramente estaba irritando el nervio y podría ser el causante del tinnitus y la algiacusia.
El dentista se mostró muy extrañado y dijo que nunca había tenido ningún caso similar. Le convencí para que me retirase de inmediato las coronas, pues el pitido era insoportable, lo cual hizo. Ese mismo día acudí al otorrino y le conté la posible explicación a mi tinnitus y me dijo que no tenia nada que ver una cosa con la otra.
Después de quitarme las coronas, ya no tenia más que un tipo de metal en mi boca, el titanio de los implantes. El tinnitus continuó con la misma intensidad varios días seguidos pero al sexto o séptimo dia comenzó a bajar. Siguió bajando día tras día, y ayer y hoy (día número 14 y 15 desde que me quité las coronas) son los primeros días que el tinnitus ha desaparecido completamente.
Espero que siga así y que no vuelva a aparecer nunca más.
Hace una semana, cuando todavía no había desaparecido el tinnitus, consulté con un reputado neurólogo y le expliqué el caso, y me contestó que era muy probable que el tinnitus fuese debido a las corrientes galvánicas. Me recomendó tomar vitamina C, 10 gramos en una sola toma intravenoso (diluido en suero), una vez a la semana durante 4 semanas (lo cual estoy haciendo).
También me traté con un homeópata a los dos días de quitarme las coronas, pero no puedo precisar qué tratamiento me puso. Su remedio me fue muy bien.
No podría demostrar con evidencia al 100% que lo que causó mi tinnitus fueran las corrientes galvánicas pero parece muy claro que fuese así.
Espero que mi experiencia le sirva a alguien para poder librarse del martirio del tinnitus.
Me he quedado muy impresionado con tu historia.
Es la primera vez que escucho el tinnitus relacionado con los implantes, así que lo tendré que mirar.
¡Enhorabuena por haber conseguido ganarle la batalla! Yo aún sigo con ello…
Hola JPL,
Muchas gracias por compartir tu experiencia con todos los que sufrimos tinnitus.
Tu comentario es MUY INTERESANTE y, desde luego, bien merece que analicemos el enfoque de las corrientes galvánicas en mayor profundidad.
Creo que te refieres al artículo “There is a battery in your mouth“, publicado por el Dr. Bill Wolfe, dentista graduado por la University of Texas at Austin, especializado en odontología biológica y ponente internacional.
Su teoría sobre que el metal en nuestra dentadura puede provocar tinnitus, vértigos, insomnio o epilepsia, entre muchos otros, es un enfoque que nunca se plantea desde la comunidad médica a los pacientes con tinnitus.
Gracias por darnos la oportunidad de investigar más a fondo sobre este aspecto y publicar un artículo más exhaustivo.
Es una INCREÍBLE noticia poder escuchar que un paciente con tinnitus ha conseguido superarlo.
Ojalá esto pueda ayudar a muchas más personas que están sufriendo mucho en este momento.
Enhorabuena por tu valentía de seguir luchando hasta conseguir vencer a tu condición.
¡Muchas gracias!
Berta
Buenas noches, estoy en el mismo caso que usted, me pusieron tres implantes en la parte inferior izquierda con cuatro coronas y un mes después me salió un zumbido en el oído derecho con el que llevo dos meses.
Quisiera saber si las coronas que se quitó fueron las de los implantes, lo digo porque yo tengo otras coronas en el lado derecho pero en piezas pero sin implantes. Estoy dudando entre quitarme las coronas de los implantes o las antiguas en piezas sin implantes.
Saludos